
La respuesta es: sí, puedes, pero la verdadera pregunta que deberías hacerte es: ¿te conviene hacerlo?
Cuando decides vender tu casa, tienes la libertad de establecer el precio que consideres adecuado. Sin embargo, si ese precio no se ajusta a la realidad del mercado, es muy probable que tu vivienda no genere interés, no reciba visitas y, finalmente, pasarse meses e incluso años sin venderse..
Y es importante saber que cuanto más tiempo pasa una vivienda en venta, más desconfianza genera en los compradores. El resultado suele ser una bajada progresiva del precio, pérdida de valor y un proceso de venta largo y frustrante.
Porque el mercado inmobiliario manda, y no se rige por deseos ni expectativas personales: se rige por la oferta, la demanda y los datos reales de operaciones recientes.
Hoy en día, los compradores están muy informados. Consultan portales inmobiliarios, comparan precios y, en muchos casos, cuentan con asesoramiento profesional. Detectan rápidamente cuándo una vivienda está fuera de precio… y la descartan.
Poner un precio demasiado alto puede hacer que tu anuncio pase desapercibido desde el primer día. Y en este sector, las primeras semanas de publicación son clave: es cuando los compradores más activos prestan atención. Si no captas su interés en ese momento, perderás una gran oportunidad y te verás obligado a bajar el precio. En cambio, si el precio es justo desde el principio, puedes vender rápido y al mejor valor posible.
A la hora de fijar un precio justo, hay que tener en cuenta múltiples aspectos:
Recuerda que la primera impresión es determinante. Si no generas visitas en las primeras 4 semanas, es momento de revisar la estrategia.
¿Quieres saber cuánto vale tu casa hoy? Te ayudamos a valorarla de manera real, venderla rápido y sin complicaciones.. Porque vender bien, es vender con cabeza.