
Heredar una vivienda puede parecer, en un principio, una buena noticia. Sin embargo, muchas veces llega acompañada de dudas legales, fiscales y familiares.
De hecho, una de las preguntas más comunes es: ¿se puede vender una casa heredada?
La respuesta es sí, pero antes de ponerla en venta es imprescindible cumplir una serie de trámites y obligaciones. Además, si la herencia se comparte con hermanos u otros familiares, las decisiones deben tomarse de forma conjunta, lo que puede generar desacuerdos o retrasos.
En este artículo te contamos qué opciones tienes si compartes herencia con hermanos, qué ocurre si quieres vender solo tu parte y qué impuestos debes pagar al vender una casa heredada.
Para poder vender una vivienda heredada, lo primero es aceptar formalmente la herencia. Esto significa realizar una serie de trámites legales que confirman quiénes son los nuevos propietarios del inmueble.
En concreto, deberás:
Hasta que no completes este proceso, la casa seguirá figurando a nombre del propietario fallecido y, por tanto, no podrás venderla legalmente.
Esta es una de las dudas más habituales entre quienes reciben una vivienda en herencia junto con otros familiares. La ley sí permite vender tu cuota hereditaria, es decir, la parte proporcional que te corresponde de la casa. Sin embargo, hay dos aspectos clave que debes tener en cuenta:
Por ello, lo más habitual es que los hermanos lleguen a un acuerdo: o se vende la casa completa y se reparten los beneficios, o uno de ellos compra la parte de los demás.
Cuando varios hermanos heredan una vivienda, es habitual que aparezcan distintas posturas: algunos prefieren vender, otros apuestan por alquilar y, en ocasiones, hay quien quiere mantenerla como recuerdo familiar.
Ante esta situación, la ley es clara: ningún heredero está obligado a permanecer en la indivisión, es decir, a mantener la propiedad compartida de manera indefinida. Esto significa que, si no se llega a un acuerdo, cualquier heredero puede:
Sin embargo, ambos procesos suelen ser largos, costosos y generar tensiones familiares. Por eso, lo más recomendable es buscar un acuerdo amistoso entre hermanos, ya sea para vender la vivienda completa o para que uno de ellos adquiera la parte de los demás. De esta forma, se evitan conflictos innecesarios y se logra una solución más rápida y beneficiosa para todos.
Al hablar de vender una casa heredada, los impuestos son un factor clave que muchos desconocen. Existen dos momentos fiscales diferentes:
Planificar bien estos aspectos fiscales es clave para no llevarte sorpresas desagradables. Contar con asesoramiento profesional puede ayudarte a optimizar el pago de impuestos y a gestionar la venta de forma más segura y rentable.
Aplicando estos consejos, vender una casa heredada puede ser mucho más ágil, ordenado y rentable. Para descubrir más estrategias adicionales que te ayuden a acelerar la venta lee nuestro artículo “Cómo vender casa rápido: estrategias efectivas que funcionan”.